VESTIDOS QUE DEBES TENER SÍ O SÍ

Cuando inició el año decidí darle una remodelación interior a mi clóset, saqué toda la ropa que no me quedaba o que ya estaba muy viejita. ¡Me quedé con menos de la mitad de mi ropa! En ese momento, me dije a mí misma que mi clóset no se vería como antes, estaba decidida a darle una nueva vida, y llenarlo de color.

Quería que mi guardarropa tuviera vestidos floreados, pero, el problema es que como estoy chiquita, los vestidos me quedan súper largos y grandes, así que hasta ese momento, casi todos los vestidos que tenía eran hechos a medida. ¡Pero ya no quería vestidos así! Tantito subía o bajaba de peso, me dejaban de quedar.

Sin vestidos que me quedaran, ya me iba a dar por vencida, hasta que el otro día entré a Springfield, que casi nunca entro porque sus precios tantito encima de mi presupuesto; pero esta vez, vi un vestido que me llamó la atención, y estaba dispuesta a sacrificar las prendas que tenía en mente comprar, para comprarme solo ese vestido.

Entré, me lo probé y de repente llegó mi mamá y la muchacha que nos atendía con una docena de vestidos para que me probaran y he quedado ENAMORADA. Y cuando me enamoro de algo, tiene que ser mío sí o sí.

Aquí te dejo los vestidos que me he comprado (bueno, mi mami). Puedes hacer click en ellos y te llevarán directo a la página donde puedes comprarlos. Springfield maneja envíos a la tienda en compras de 30 euros o más, así que si no quieres arriesgarte en ir a la tienda y no conseguirlos, puedes pedirlos en línea e ir por ellos más tarde.

Los vestidos de Springfield vienen un poquito grandes. Los míos los compré en talla 34 pero, los que van más pegaditos al cuerpo, como el vestido moradito y el de flores magenta, me quedaron mejor en 36.

Eso sí, los vestidos largos hasta los tobillos, y los monos, los arrastro por completo, así que si mides menos de 1.60 como yo, no te los recomiendo.